Lo rápido que se acabaron los fondos en cada provincia andaluza en el sector ha generado mucho malestar entre los instaladores y arquitectos andaluces.
Es preocupante que muchos instaladores ni siquiera hayan considerado la posibilidad de presentar la solicitud de ayudas, por la desconfianza que generó la primera convocatoria, y que terminó con un gran número de actuaciones no resueltas y otras resueltas, pero no abonadas.
Ciertamente, un 35% de los empresarios no ha recibido aún las ayudas de 2014. Y el 80% de los instaladores optan por bajar los precios antes que acudir a nuevas subvenciones.
La mañana de 10 de febrero se repartieron 74,5 millones de euros en solo ocho horas. Lo que no se comprende cuando no se han pagado todavía en su totalidad las ayudas del año anterior.
Muchos son los empresarios que señalan como ellos han realizado numerosas obras en las que han adelantado el IVA y cobrado a sus clientes únicamente la diferencia entre el importe final y la subvención, con lo cual, han perdido dinero. Además de esto, el disgusto aumentó cuando inicialmente se dijo que no necesitaban licencia de obra menor, y luego la Junta cambió de opinión. Añadiendo a sus gastos así las tasas municipales.
Las dificultades continuaban cuando el cliente tenía que presentar tres certificados: estar al día con la Hacienda pública a nivel autonómico y a nivel nacional, y el tercero, no tener deudas con la seguridad social. Esto se convertía en un problema para los clientes jubilados que dejaron de declarar hace tiempo.
Suma y sigue con la gestión de la web a través de la cual las empresas colaboradoras gestionaban las ayudas, con problemas técnicos continuados y sobrecarga en el momento de activarlas.
Carlos Jacinto, Director de la Federación de Empresarios del Metal en Sevilla afirma: “No entendemos como se ha abierto una nueva convocatoria de ayudas sin pagar la del año pasado. Un 35% de los que pidieron ayuda y tienen resuelto el expediente desde el verano pasado, no han cobrado. Pero es más, el 80% de nuestros instaladores no han acudido a esta nueva convocatoria. Prefieren abaratar los precios para no tener que depender de los problemas que se generan.”