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El silencio: calidad de vida.

      En la sociedad de hoy, los desplazamientos se han reducido al mínimo, hemos dinamizado economía, pero también creado ruidos monstruosos. Ya nos es imperceptible ese run run de fondo que tenemos en nuestras viviendas, sobre todo en las grandes ciudades, a causa del constante tráfico de la autovía más cercana. Los casos más extremos, son los de familias que viven cerca de un aeropuerto, o una estación de tren, con constante flujo aéreo o ruido de vías. Por eso, el silencio ha pasado a ser un lujo al alcance de pocos.

No es incierto que los españoles andamos inmersos en un ruido constante. Somos de los europeos más ruidosos, y no contentos con eso, nos rodeamos de ruidos que pueden superar los 65 dB, el máximo soportable para la OMS (equivalente al ruido de una aspiradora).

       Tantas quejas han llevado al Defensor del Pueblo a pedir a las autoridades que intervengan. Son muchas las víctimas que llevan sufriendo este problema durante muchos años.

Por ejemplo:

• Los gestores del aeropuerto de Palma de Mallorca, se enorgullecen de los 170.000 vuelos anuales que mueven 20 millones de pasajeros al año. Pero los vecinos de los alrededores no disfrutan tanto de los vuelos bajos, y el estruendo en mitad de la noche.
• Los vecinos de la vía de cercanías de Balmaseda en Vizcaya, se sobresaltan cada vez que un convoy pasa, haciendo temblar sus paredes. Vibraciones y ruidos son sus compañeros de piso.
• En Sevilla, 10.000 vecinos soportan el ruido de 80.000 coches cada día que pasan por la avenida que cierra la SE-30, con un nivel de dB que duplica el permitido en la ordenanza municipal.

El ruido es la epidemia del mundo civilizado. Pero claro, es un tema que se ha tratado tardíamente. Este concepto no se ha incluido en normativa de construcción hasta la entrada en vigor del Documento Básico de Protección frente al Ruido. La normativa previa (que databa de 1988) era muy poco restrictiva. Cerca del 60% de los pisos, tienen paredes de papel.

De todas maneras, aunque desde 2009 se construye con más calidad acústica, tenemos mucho camino por recorrer para igualarnos a la media europea.

       En España, 3 de cada 10 ciudadanos soporta ruidos procedentes del exterior (tiendas, bares, obras, transportes,…), procedentes de vecinos (ronquidos, gritos, pisadas, golpes,…), o procedentes de la propia finca (ascensores, puertas,…)

En general, las legislaciones europeas marcan el límite en 65dB durante el día y 55 durante la noche. Todo lo que revase los 75 dB puede afectar a la calidad de vida, provocando trastornos de sueño, estrés, irritabilidad, y alteraciones del ritmo cardíaco.

Entonces, ¿Cómo podemos aislar nuestra vivienda?

       Depende de la solución constructiva adoptada, así reduciremos nuestros decibelios en casa. A veces con aislar solo una pared no es suficiente. Muchos son los casos en que tenemos que aislar todo el inmueble.

La solución más práctica, rápida y con mejores resultados, es la colocación de láminas de yeso prefabricado con relleno de aislante acústico, colocados al interior, que supone una mínima perdida de espacio en la estancia, (unos 6 cm de grosor).

Si tienes cualquier duda o proyecto de insonorización entre manos, o estás cansado de soportar ruidos en tu vivienda, no dudes en pasarte por nuestra oficina de la C/Cerezo-Mimbre en la Zubia, y te propondremos la mejor solución para tu problema.