Es muy fácil ahorrar energía en el hogar. Mediante unos sencillos consejos podemos reducir el consumo energético. Utiliza la energía de forma eficiente y sólo la que necesites. Recuerda que los combustibles fósiles no son infinitos, y que las energías renovables son limpias, e inacabables.
Consejos para ahorrar (dinero y energía):
La mayoría de los equipos domésticos disponen de una etiqueta energética que permite elegir los más eficientes. Esta etiqueta, que funciona de una manera muy similar a la de las certificaciones energéticas en viviendas, te interesará que sea lo más verde posible. Que se mueva en la franja “A” debe ser tu objetivo prioritario. Las nuevas etiquetas de electrodomésticos van desde la letra D: D, C, B, A, A+, A++, A+++. Elegir un electrodoméstico con la máxima etiqueta energética (A+++) frente a uno convencional supone una reducción del consumo hasta el 80%. Es conveniente elegir un electrodoméstico cuyo tamaño y prestaciones sean adecuados a nuestras necesidades: mayor tamaño implica mayor gasto de electricidad.
Por ejemplo, un frigorífico clase A+++ puede consumir un 80% menos de energía que uno de clase D aproximadamente. Esto supone a lo largo de la vida útil del aparato, evitar la emisión a la atmósfera de una tonelada y media de CO2 y un ahorro de más de 1.000 euros. Este dinero amortiza con creces la diferencia de sobreprecio que supone adquirir un frigorífico clase A+++.
Y una lavadora de clase A+++ puede consumir casi la mitad de energía que una de clase D. Esto supone, a lo largo de la vida útil del aparato evitar la emisión a la atmósfera de más de media tonelada de CO2, así como un ahorro de más de 500 euros en la factura eléctrica. Además se ahorraría el consumo de más de 35.000 litros de agua.
El gasto de energía de iluminación de una vivienda equivale casi al 10% del gasto total de una vivienda. Este gasto de energía de iluminación depende fundamentalmente del tipo de lámparas que se usen en la vivienda.
Así, las lámparas incandescentes son las más ineficientes, ya que desperdician el 95% de la energía que consumen al transformarla en calor, y son las de menor duración, con unas 1.000 horas.
Usando las lámparas de bajo consumo se pueden alcanzar ahorros en torno al80% en comparación con las incandescentes. Además, estas lámparas duran 8 veces más. En ubicaciones con encendidos y apagados frecuentes son recomendables las lámparas de tipo electrónico.
Las más eficientes son las lámparas LED, que duran hasta 4 veces más que las de bajo consumo y hasta 40 veces más que las incandescentes.
Pero elegir la lámpara más eficiente no es suficiente para conseguir todo el ahorro energético posible en la vivienda. Cada zona de nuestra vivienda tiene unas necesidades de iluminación diferentes, por tanto para conseguir una buena iluminación debemos elegir de entre las lámparas más eficientes, aquellas que se ajustan mejor a las necesidades que tenemos en cada estancia. Con ello reduciremos la potencia eléctrica instalada y también el consumo energético.
Los sistemas de calefacción, de climatización, de agua caliente y calderas constituyen un importante gasto energético en el hogar. Un buen uso y utilización te permitirán ahorrar energía y dinero.
Cuando adquieras un sistema de climatización, ten en cuenta la zona climática en la que vives, las dimensiones de la vivienda, el número de personas que habitan en casa. No elijas aparatos más grandes ni más potentes de lo que necesitas, y no olvides tener en cuenta el etiquetado energético al elegir el modelo.
Cada hora de uso de un calentador eléctrico de resistencia equivale al consumo de tres bombillas encendidas durante un día entero. Durante los meses fríos del año, la calefacción debe procurar unas condiciones adecuadas de confort térmico de tu hogar. Siempre que el sistema de calefacción permita regular la temperatura de forma individualizada, se optimizará en función de la ocupación y características de la estancia.
En una vivienda, casi la mitad de la energía se utiliza para calentar agua. Actualmente en el mercado existen calderas de baja temperatura y de condensación. Una buena forma de ahorrar energía es cambiar la caldera (de calefacción y/o agua caliente sanitaria) por una nueva de alta eficiencia energética. A pesar de ser más caras que las convencionales, este tipo de calderas puede producir ahorros de energía superiores al 25%, lo que hace que se pueda recuperar el sobrecoste.
Las energías renovables se obtienen de fuentes naturales inagotables y producen calor, electricidad y energía para el transporte. Provienen de forma directa o indirecta del sol:
- El sol nos ofrece su propia energía en forma de luz y calor: la energía solar fotovoltaica y térmica.
- El sol provoca cambios de presión que originan los vientos que generan la energía eólica.
- Las plantas y animales utilizan el sol para vivir, y acumulan su energía en los cultivos y en los residuos orgánicos que forman la biomasa y los biocarburantes.
- El calor que se acumula en la tierra es la energía geotérmica.
- El sol ordena el ciclo del agua, que es el recurso que utiliza la energía hidroeléctrica.
- El sol influye en las olas, las mareas y las corrientes marinas, que son fuentes de energía.
- Las energías renovables son limpias, abundantes y autóctonas. Acércate a ellas y conoce las diferentes tecnologías
Un buen aislamiento del edificio evita la entrada o salida de calor del mismo, y por ello se considera un aspecto fundamental que determina el mal o buen comportamiento energético del edificio.
Con un adecuado aislamiento en paredes, cubiertas, ventanas y puertas se evitan fugas de calor durante la época invernal, por lo que se ahorrará una gran parte de la energía consumida en calefacción. Lo mismo ocurre en verano, donde un mal aislamiento puede provocar la entrada de calor en el edificio, con el consiguiente aumento del gasto energético en refrigeración.
Desde el punto de vista del aislamiento térmico, las ventanas son uno de los puntos más débiles de un edificio. La calidad térmica de una ventana viene dada por el tipo de acristalamiento, el tipo de carpintería y las protecciones solares.
Los sistemas de doble acristalamiento, con cámara de aire en su interior, evitan pérdidas de calor respecto al acristalamiento sencillo y, además, mejoran el confort en otros aspectos, como infiltraciones de aire, condensaciones o formación de escarcha.
También se mejora el aislamiento de una ventana o puerta cuando se instalan burletes adhesivos o bandas de espuma sintética para evitar infiltraciones de aire. La caja de persiana es otro punto susceptible de ser mejorado mediante la instalación de estos aislamientos.
Respecto a las protecciones solares, las hay de distinto tipo: persianas, toldos, voladizos, cortinas, etc. La finalidad principal es permitir la entrada de sol y calor en invierno y evitarla, en lo máximo posible, durante el verano.
Mediante la incorporación de sistemas domóticos en el hogar, se puede gestionar inteligentemente la iluminación, climatización, agua caliente sanitaria, el riego, el aire acondicionado, equipos de música, televisión, lavadora, aspersores de riego e incluso la cafetera.
La domótica consigue un ahorro de energía porque administra racionalmente el funcionamiento de los aparatos. Una vivienda o edificio inteligente permite integrar la última tecnología y la más eficiente energéticamente.
Esta tecnología no tiene por qué aplicarse de forma global en toda la vivienda. Se pueden instalar todos los dispositivos de una vez o hacerlo poco a poco, de acuerdo a las necesidades del momento y al presupuesto disponible. Se puede ir por partes o limitarse a algo tan sencillo como el control automático de las luces de algunas estancias y ciertos electrodomésticos.
Es el control de la iluminación y ciertos electrodomésticos una de las aplicaciones más requerida y su implementación resulta relativamente sencilla. Además, mediante el uso de un sistema de monitorización de consumos, podrás conocer el consumo energético de tu hogar. Esta funcionalidad de la domótica te aportará la información necesaria para modificar tus hábitos e incrementar tu ahorro y eficiencia.
Los sistemas domóticos pueden llegar a reducir en un 25% el consumo energético de un hogar, por lo que su impulso, supone una oportunidad de ahorro energético y de fomento del cambio de los hábitos de consumo de la ciudadanía.
Los edificios nuevos con alta calificación energética (tipo A), consumen hasta un 60% menos de energía respecto a los de baja calificación (tipo D)
Al comprar o construir una nueva vivienda, además de la estética y funcionalidad, es muy importante considerar los aspectos energéticos, que van a condicionar en gran parte el confort y el gasto asociado a la misma.
Las características de los materiales, el tipo de instalaciones y el funcionamiento de las mismas, se pueden consultar en la Memoria de Calidades que debe exigirse al vendedor o proyectista.
El marco normativo viegente (CTE, RITE, Real Decreto 47/2007 de Certificación Energética de Viviendas), pretende regular dentro del mercado de la vivienda, determinados aspectos que influyen en la calidad energética de la edificación.
Los propietarios e inquilinos pueden conocer la calidad de eficiencia energética de los edificios antes de su compra o su alquiler mediante el certificado de eficiencia energética, con lo que disponen de un criterio objetivo para elegir los edificios más eficientes. La obligación de la presentación del certificado energético en el Registro Electrónico de Certificados de eficiencia energética de edificios de nueva construcción corresponde al promotor o propietario de todo el edificio. La presentación puede ser manual o telemática. El certificado de eficiencia energética tiene una validez máxima de 10 años.